Es, sin duda, uno de los lugares de más interés de Muelas. El castro data de la Primera Edad del Hierro, siendo ocupado y abandonado según los avatares de la historia, hasta época romana, en que se reconstruye su muralla con fines defensivos. De allí proceden los verracos que se exhiben en el Museo de Zamora, así como el que se puede ver, de mayor tamaño, al lado del Ayuntamiento. Desde su parte más alta, se tiene una magnífica vista del Esla embalsado, así como del puente que hace pocos años se construyó para salvar el embalse.
Mirador de Castill de la cabraLlegamos a él siguiendo la ru ta de senderismo de los Arribanzos. En este mirador natural nos embarga la emoción , una emoción serena, quieta, mientras contemplamos al Es la, que discurre tranquilo hasta su desembocadura, aguas abajo. Apenas el ruido de una avecilla rompe nuestra paz interior. Uno de los parajes más impresionantes.
Mirador de "La Cazuela"Está situado justo encima de La Cazuela, lugar al que cae, en veloz catarata, el agua que, abiertas las compuertas, baja rápida por el aliviadero. El agua, con su machacón sonido, nos envuelve en una nube blanca, de pequeñas partículas acuosas.
Poblado del SaltoPintoresco poblado, construido en los años cincuenta para los operarios de la empresa hidroeléctrica. Destacan por su belleza la iglesia y, sobre todo, el hotel, desde donde se ve perfectamente toda la presa y buena parte del término de Muelas y Ricobayo. Fue el primer edificio construido con carácter permanente, en los años treinta.
Altar del CastillónJunto a la iglesia parroquial de Ricobayo, a los pies de su capilla mayor, se colocó, hace pocos años, este altar prehistórico. Consiste en una gran roca, en cuya cima tiene excavados dos escalones que conducen a una poceta circular. Pesa más de diez toneladas. El castro del Castillón, justo enfrente del de san Esteban, está relacionado con un poblado de la Edad del Hierro, posteriormente romanizado.
Playa de RicobayoPlaya artificial a orillas del embalse, de reciente construcción. Es el lugar ideal para pasar los días calurosos del estío. Tiene finas arenas, parque infantil y limpias y cristalinas aguas.
El Sofreral de CerezalInmenso monte de alcornoques (sofreros), situado al sur del pueblo. Dispone de un área de recreo, con una pequeña fuente, situada en su pleno corazón, Sedilla. Es el lugar ideal para realizar excursiones para conocer la naturaleza: setas, plantas, árboles, pequeños animales. Un poco más abajo, el Pizarro de El Caño mana agua de sus entrañas todo el año.
Los Molinos de CerezalSiguiendo el Arroyo del Lugar, poco más debajo de los últimos huertos, aparece el primer molino, uno tras otro se van sucediendo, a una y otra orilla del arroyo, hasta que se pierde en el embalse. Paraje angosto, de gran belleza, a la sombra de los árboles de ribera.
VillaflorEs Villaflor el mejor mirador a la inmensidad del embalse. Pueblos anegados, como La Pueblica, san Pedro de la Nave, se nos vienen a la memoria cuando contemplamos las quietas aguas hacia el horizonte. Al otro lado, Villanueva de los Corchos ¡qué nombre tan expresivo!, a donde se iba y venía en la barca hasta no hace muchos años. ¡Cuántos recuerdos nos vienen a la memoria!
Jarales y EncinaPasear en el mes de mayo por los campos de jaras, allá donde confluyen los términos de Ricobayo, Villaflor y Cerezal, es un espectáculo apasionante. El aroma de sus flores inunda todos los rincones, a la vez que sus hojas crean un tapiz de una blancura impensable. Blancas lomas, que mueren en angostas urrietas, por donde corre el agua hacia el embalse, ¡siempre el embalse!